Si no te tengo cerca, te imagino,
me lanzo al laberinto subconsciente,
y traigo el dulce gesto hasta mi frente.
Tu rostro en mis pupilas ilumino.
Si no estás a mi lado en el camino,
si estás en un lugar tan diferente,
yo busco en los recodos de la mente,
y si al fin, no te encuentro, te adivino.
Me enredo en las neuronas del recuerdo,
me retuerzo en la red de mi memoria.
¡Mas oigo, mitad loco, mitad cuerdo,
tu voz que llega y suena como a gloria!
Me acoges en tus brazos, y me pierdo
rodando entre las ruedas de tu noria.
2 comentarios:
Una delicia de soneto querido poeta, va suave como acariciando la mirada e introduciendo su dulzura en el corazón.
Abrazos
Maricruz Díaz
Gracias Mari Cruz por la lectura y por an bello comentario. Un abrazo.
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