Lisboa sube y baja. Se diría
una paloma que al alzar el vuelo...
De "Monólogo de Lisboa"-Jose Miguel Santiago Castelo
Lisboa recostada, arriba el día,
que quiere regalarle mil colores
a sus siete colinas. Miradores
para embriagarse en plena Poesía.
Lisboa es una cuesta y un tranvía
amarillo en el Chiado, y son sus flores
que trepan asomando sus rubores
tras un muro de piedra, en rebeldía.
La tarde va cayendo y se derrama,
un halo anaranjado del celeste
por las blancas paredes de la Alfama.
Y Cristo junto al puente, por debajo,
bendice -muere el sol por el Oeste-
su fiel y eterno abrazo con el Tajo.